DESDE 1934

Hubert Schmidt crea una empresa de albañilería a los 27 años de edad en la localidad de Türkismühle (región del Sarre). En 1934, Hubert Schmidt es llamado a filas, su esposa, Antonia, es la primera mujer en gestionar la empresa familiar.

De la casa unifamiliar llave en mano a los primeros aparadores Schmidt Küchen: se construye la primera sala de fabricación de aparadores y se presentan los primeros modelos en la Feria de St Wendel (Sarre).

El 6 de julio, Cuisines Schmidt se instala en Lièpvre y fabrica los aparadores Heidi.

Karl Leitzgen se casa con Antonia Schmidt y dan un formidable impulso a la empresa Cuisines Schmidt con el lema «Ser los mejores, respetar a todos, tener éxito juntos».

Cuisines Schmidt sube una marcha con la introducción de elementos de cocina: se imprime el primer catálogo, que incluye las gamas Standard, Prestige y Classique. Se pone en marcha el proceso de frentes bajo pedido.

El 13 de julio se fabrica el último aparador Prestige 150. Con la llegada del primer pedido digital, la empresa pasa a denominarse Société Alsacienne de Muebles – SALM.

SALM lanza su política de marca «Cuisines Schmidt» en París y se convierte en el 2.º grupo francés. Se construye una moderna fábrica en Sélestat y la planta de Türkismühle se integra en el grupo francés.

El Grupo SALM se democratiza y lanza una nueva marca más asequible para una clientela de parejas jóvenes: «Cuisinella».

Karl Leitzgen muere repentinamente y su esposa, Antonia, asume la dirección con la ayuda de Jean-Marie Schwab. Schmidt ofrece una gama sin restricciones (colores, estilos y múltiples combinaciones) e industrializa la fabricación a medida.

Se ofrece una línea de muebles a medida y una gama de armarios totalmente adaptadas a la fisonomía, los gustos y las necesidades de los consumidores.

Anne Leitzgen, nieta del fundador, se hace con la presidencia del grupo familiar; fortalece la red de tiendas exclusivas e inicia la primera metamorfosis: convertirse en el líder europeo y en un grupo internacional.

SALM se enorgullece de sus tres certificaciones (calidad, medio ambiente y seguridad), una primicia entre los fabricantes de cocinas. Pone en marcha su nueva planta de producción de Sélestat, U2, totalmente automatizada. El grupo se convierte en el 1er fabricante francés de cocinas.

Schmidt está presente en 25 países. Gracias a su política de desarrollo sostenible, el grupo obtiene una nueva eco-certificación.

Mediante el cumplimiento de estos compromisos Schmidt Groupe ha obtenido en 2016 el sello francés de Relaciones Responsables con los Proveedores.

En respuesta a su fuerte desarrollo y su cultura innovadora, el grupo muestra su consideración por el valor de la saga familiar y da al grupo el nombre de su fundador convirtiéndose en referente identitario del conjunto de la empresa, desde las secciones industriales a las comerciales. ¡El genio creativo de Hubert Schmidt sigue más vivo que nunca!